Lavori di casa, suena mejor en italiano, ¿no creéis?, parece casi una ocupación profesional. En italiano o en español, lo cierto es que esta actividad ocupa un espacio importante de nuestras vidas. Aunque tengas la suerte de contar con ayuda, da igual, sigue haciendo falta que alguien recoja un juguete que «nadie» ha sacado, una toalla que está mojando la cama, unas incómodas miguillas en el sofá, etc.
Si antes de casarte vivías en un mundo mágico, en el que dejabas las cosas en cualquier lado y luego aparecían colocadas en el armario, no te preocupes, puedes seguir viviendo en ese mundo fantástico, en el que todo fluye, pero ahora el mago eres tú.
Las cosas de la casa nos ofrecen múltiples oportunidades de construir el cariño o de matarlo poco a poco. Sí, es posible que parejas con una buena relación, terminen tirándose los trastos a la cabeza por no saber gestionar bien el cuidado de la casa.
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