¡Mil cosas! Sería la respuesta entusiasta de muchas mamás, incluso podría incluirme en ese coro.
10 veranos con niños dan para mucho y si algo he comprobado es que las mil y una opciones disponibles no garantizan un verano entretenido, en parte porque con tantas opciones es más difícil elegir y en parte porque no basta con que algo se pueda hacer, además hay que hacerlo.
El caos tiende a estar presente de forma natural en el verano y después de la rigidez del curso escolar, hasta se agradece. Sin embargo el caos de por sí tiende a aumentar y si no está sujeto a ningún control termina siendo más agobiante que el estrés del día a día.
Siempre he admirado profundamente a esas mamás que en un momento organizan una actividad de manualidades o se ponen el delantal e improvisan una clase de máster chef con los niños pringandose y disfrutando.
La verdad, yo no soy muy habilidosa, tampoco tengo una gran imaginación y de paciencia en la cocina voy justita, por eso cuando he intentado hacer cosas con los niños, o me faltaban los materiales o no tenía los ingredientes o me ponía a buscar recetas y buscando, buscando se me pasaba el rato…
Así es como llegue a la conclusión de que tenía que planificar, sí, se que suena un poco freaky tener un planning de actividades para el verano, pero he comprobado que el esfuerzo inicial de elaborar un planning me ha permitido luego descansar en el día a día.
Sabiendo lo que voy a hacer cada día puedo anticiparme para tener los materiales, además ya no necesito pensar, puedo simplemente estar centrada en la actividad que toca y disfrutar de ella.
Los niños ya no me persiguen preguntando que podemos hacer hoy, saben lo que toca mirando el planning.
Por supuesto esta planificación ha de ser flexible, algo así como el color de base del día a día.
De forma que, si un día que teníamos pensado ir a la piscina, llueve, podamos cambiar por otra actividad o simplemente porque estamos todos cansados y el sentido común aconseja sencillamente
ver una película.
Os dejo aquí el planning que he elaborado para nosotros este verano, por si os puede dar alguna idea. Veréis que he tratado de buscar manualidades que luego pudieran sernos útiles para decorar o almacenar cosas.
Los talleres, a mi me han dado muy buen resultado con mis hijos, consisten en que cada uno se prepare una miniclase para enseñárnoslo a l
os demás sobre algo que le interese o se le de bien, por ejemplo la papiroflexia, dibujar, ballet,… Para ello yo les pido que se preparen bien la clase por ejemplo viendo tutoriales antes y me digan que materiales necesitarían.
Con estos talleres estamos trabajando muchas cosas importantes como la autoestima del niño, siente que es bueno en algo y los demás se lo reconocen, la satisfacción de compartir conocimiento, la responsabilidad, la paciencia para enseñar a los demás, entre otros aspectos.
¡Ya me contaréis como os estáis organizando vosotros!
Hola!,
Me ha gustado mucho tu entrada, intentaremos ponerla en marcha en casa 🙂 No obstante, veo que la mayoría de las actividades son interiores ¿Algúna idea para hacer en el exterior?
Hola Lucía! Gracias por tu comentario! La verdad es que nosotros solemos hacer plan de exterior más por la tarde, que estamos todos.Vamos a la piscina, a patinar, senderismo de pequeños trayectos por los alrededores, etc, en cualquier caso lo importante, según lo veo, es planificar a donde quieres ir, pensar unos cuantos planes, situarlos en el calendario y así da menos pereza salir y a la vuelta se agradece un montón el cambio de aires!